domingo
...Y veo a esas niñas en la tele, y en la calle, y en todos lados. Me da envidia verlas, tan felices que no les importa poner caras ante las cámaras o actuar estúpidamente. Me gustaría ser como ellas...más que la belleza, tener esa confianza, esa actitud que encanta, esa cosa que les permite hacer lo que quieran, porque saben que lo hacen bien. Y mientras tanto yo, frente a la pantalla, iluminada por ese tubo que resalta aún más lo que no me gusta mostrar, esa cosa entre fealdad externa y y fealdad anidada en mi alma...esa fealdad que me acompaña como una sucia sombra abrazada a mis espaldas, y que por más que trate no podré separar nunca de mi cuerpo.